“El claro del bosque es un centro en el que no siempre es posible entrar; desde la linde se le mira y el aparecer de algunas huellas de animales no ayuda a dar ese paso. Es otro reino que un alma habita y guarda. Algún pájaro avisa y llama a ir hasta donde vaya marcando su voz. Y se la obedece; luego no se encuentra nada, nada que no sea un lugar intacto que parece haberse abierto en ese sólo instante y que nunca más se dará así. No hay que buscarlo. No hay q…ue buscar. Es la lección inmediata de los claros del bosque; no hay que ir a buscarlos, ni tampoco a buscar nada en ellos. Nada determinado, pregigurado, consabido.”
(Fragmento de “Claros del bosque”)
María Zambrano (Vélez Málaga, 1904 – Madrid, 1991)