“Por consiguiente, la verdadera felicidad consiste en la virtud. ¿Qué es lo que esta te aconsejará? Que no consideres las cosas como buenas o malas, como no te lleguen ni de la virtud ni de la maldad; después, que permanezcas inquebrantable contra el mal, sin que te inclines a él desde el bien, y que imites a dios en todo lo que puedas. ¿Qué es lo que se te promete por esta campaña? Inmensos beneficios y equipararte a la divinidad. A nada te verás obligado: de nadie y nada has de necesitar; serás libre, tendrás seguridad y te sentirás invulnerable; nada intentarás en vano y nada te será prohibido. Todo te saldrá según lo pensaste; no sufrirás contrariedad alguna, ni sucederá nada contra tu criterio y voluntad. ¿Y después, qué? ¿Es suficiente la virtud para vivir felizmente? Y ¿por qué no ha de ser suficiente la virtud, si es perfecta y hasta divina? Más que suficiente: es superabundante y le sobra. ¿Qué le puede faltar a quien está situado lejos de la ambición humana? ¿Qué necesita del exterior el que ha reunido dentro de sí mismo todos sus bienes?…”
SÉNECA
Nacimiento: 004 a. C. · Córdoba, España
Defunción: 065 d. C. · Roma, Italia
“Sobre la felicidad”